Hay lazos imposibles de romper, hechos de un material tan fuerte que es imposible separarlos. Otros sin embargo, con el paso de los años se estropean y no funcionan igual de bien. Ese material tan fuerte es una mezcla de amor, cariño,confianza,complicidad...
Con el paso del tiempo, los lazos entrelazados se van deshaciendo poco a poco. Llega un momento en el que todo se convierte en rutina y, despacito, los lazos se van distanciando. Sin darte cuenta, ya no estás atada a nada ni nadie... Por muy duro que sea, hay que seguir adelante. Podemos volver a tropezar con las piedras del camino, pero hay que levantarse las veces que haga falta, por muy duro y cansado que sea todo.
La vida continua, y hay que vivirla. Las dificultades son las que nos hacen madurar como personas.
Los lazos se van atando y desatando de personas a lo largo de nuestra vida, pero, debemos ser fuertes y evitar que el material de nuestros lazos envejezca en la rutina y el pesimismo.
Ese material tan fuerte, y a la vez tan vulnerable, una mezcla de amor, cariño, confianza y complicidad...